Críticas de estrenos. Estudios sobre películas clásicas. Ensayos sobre elementos temáticos, genealógicos y simbólicos en el Cine.
29 de octubre de 2010
TALLER DE GUION.
En el mes de Noviembre y Diciembre estaré dictando un Taller de Guión para principiantes y personas con conocimientos intermedios sobre la materia.
Toda la información en www.quelamesanosecaiga.blogspot.com/
13 de enero de 2010
Avatar en mi Diario 1
Asi como mi Diario nació en 1998 escribiendo sobre Titanic, revive ahora, luego de años de lánguidos avances, en este 2010. ¿Puedo entonces decir simétricamente a 11 años y 11 meses casi exactos que...?
5 de enero de 2010
Vivimos (el plural es correcto aquí) desde el viernes 1*, bajo el shock de Avatar de Cameron.
Avatar es sin dudas, la mejor película pre-Titanic de Cameron. Es la purificación y perfección de sus temas y motivos. Pero por algún motivo, que debemos juzgar misterioso, en tanto el despliegue del arte mantiene para nosotros un resto imposible de aprehender, Avatar “ocurre” luego de Titanic.
Así se podría ver a Avatar desde la doble perspectiva de antecedente y consecuencia, al mismo tiempo, de Titanic. Por un lado, síntesis y perfección de toda su obra anterior y por otro lado, una suerte de segunda Creación, de renacimiento de un mundo luego del diluvio-Apocalipsis de Titanic.
Tras la destrucción de un mundo, la creación ex nihilo de otro, con su aura edénica intacta.
Y hay algo de edénico en la invención de Pandora. Los hombres viven todavía en el Árbol de la Vida, que es su casa: el Árbol-Casa. Viven todavía en el centro del Universo, en el exacto eje vertical que une la tierra y el Cielo (nótese que el Cielo no parece una entidad distinta de la Tierra en Pandora, hasta las montañas “flotan”, y por ellas se puede trepar). Donde vivirán los Na´vi luego de su destrucción-expulsión del Paraíso, es uno de los tantos elementos dolorosos-destructivos que la Cameron elige dejar en fuera de campo.
La obra de un artista es más bien el despliegue en espiral de sus virtualidades espirituales y artísticas, que no un desarrollo lineal en el tiempo.
Dicho esto y reconocido en este caso, no puedo dejar de lamentar que la Revelación (Apocalipsis) de Titanic, la plena asunción del cristianismo en cuanto teología e historia no haya tenido una continuación en la obra de Cameron post-Titanic. (Titanic fue la primera vez que Cameron trabajó un tema “histórico”, en que su creación fantástica no se apoyó en la digamos “fantasía”, siendo capaz de ser un arma hermenéutica retrospectiva sobre un momento crucial de la historia occidental, hecho que muchos contemporáneos del hundimiento supieron ver, vg. Joseph Conrad).
También a los artistas que son una referencia para nuestro pensamiento les pedimos que desbrocen un terreno para nosotros, que no siempre es el destino de su obra. Tal vez sea injusto nuestro pedido. Tal vez el espiralado de algunas obras tenga un par de vueltas de más y allí resida una parte de su Hybris. Y si hay un artista con Hybris hoy ese es Cameron.
Por el momento es el último eslabón de la genealogía del Genio cinematográfico: Griffith, Welles, Coppola, Cameron.
6 de enero de 2010
Resulta evidente la voluntad wagneriana de este filme. Los Nibelungos por supuesto.
Y Cameron la señala de forma por demás transparente: las “Walquirias” (los helicópteros, que mentan la famosa escena de Apocalypse now). Siendo éste uno de los tantos correlatos-citas-respuestas al opus coppoliano (que allí estaba cargado de una ironía definitoria sobre un Occidente, o una América que usa una cita de “alta cultura” y para peor europeo-alemana, para aterrorizar mejor a los “salvajes” no occidentales, un suerte de sazonado esteticista para volver aún más sublime la experiencia de la guerra total).
Claro que ésta voluntad se presenta en una doble vertiente, ya mediada autoconscientemente por el Cine.
Así mira por un lado hacia Wagner, pero declarando abiertamente que su posta fue tomada por el Cine y en éste, ejemplar y centralmente por su contemporáneo Coppola.
No solo esto, en Avatar Cameron consigue abarcar el arco total de las posibilidades del “artista” moderno: desde Leonardo (artista-científico-inventor) eje del Renacimiento, pasando por Wagner y su Obra de arte total, cima del Romanticismo y Coppola, cumbre de la autoconciencia del único arte vivo hoy: el Cine. Y como cierre, Summa y compendio: James Cameron.
También es Cameron un nuevo avatar de la desesperación del artista moderno. Ante la tierra baldía del mundo en que vive, éste se “inventa” un mundo completo, con una topografía, biología y mítica nueva. Claro que Wagner tenía todavía un sustrato mítico de diez siglos de Antigüedad al cual recurrir (incluso teniendo en cuenta en el sentido limitante de ser una mitología orgullosamente “germánica”); Cameron, por el contrario se enfrenta a un mundo donde lo mítico ya fue suprimido por esa mentalidad que comenzaba a asomar mientras Wagner paralelamente intentaba ponerle un dique con su obra.
Cameron, entonces, debe “crear” una mitología. Ahora bien, en esto también hay una Caída, ya que Titanic no era una película que operara en el terreno mítico, sino que ya lo había superado por la Revelación. Y allí recogía toda la sustancia mítica que pudiera sobrevivir tras la Epifanía.
8 de enero de 2010
Wagner tuvo que convencer y/o seducir a un rey decadente, pero todavía “sensible” a las artes, para que le construya un artefacto que tecnológicamente pudiera estar a la altura de sus creaciones: Bayreuth.
Cameron habla en el desierto de los hombre de negocios. Se protege con la única coraza que se probó efectiva contra ellos: el éxito. Inventa entonces, más que revive, la tecnología 3D que ya está por cumplir 60 años, crea una nueva cámara (a la que como Leonardo firma con visible satisfacción). No los convence, no charla, no seduce, directamente actúa. Construye su Lightstorm, toma el rayo de Zeus (el cayado de Wotan?) en sus manos y lo utiliza.
Si Wagner era prometeico en su voluntad de poder artística, para Cameron habría que inventar entonces una nueva categoría.
Noto con asombro como para hablar de Avatar hay que hablar ante todo, del propio Cameron. Es su visión problemática del artista moderno (que el encarna y sufre y goza) la que genera esta película. Titanic era, si se me permite el término, más “anónima”, al menos con un género definido, un tema ya transitado por el cine en varias ocasiones anteriores, etc. Cualquier espectador sabía que esperar, diegéticamente hablando, de la película: un barco que se hunde...
Aquí se presenta un mundo del que todo tenemos que aprenderlo, hasta su idioma. El artista, en un último gesto desesperado, necesita crear hasta las herramientas necesarias para hacer su obra. Y luego las firma: “Imaged with the Pace/Cameron camera”.
En Titanic, el artista era Jack Dawson; en Avatar, es James Cameron. Por eso, además, en Pandora, no hay arte sino ritual y culto, es decir, arte verdaderamente vivo: Religión.
El Unobtainium. Tal vez el más grande Mc Guffin de la historia del cine, por basal en lo diegético y por autoconciente. Ver el canónico ejemplo de Mc Guffin según su creador: el uranio en Notorius.
El término no es una invención cameroniana. "Unobtainium" al parecer es usado desde hace tiempo como expresión humorística para referirse a un material “perfecto” para un uso, excepto por el hecho de que 1) no existe 2) es excesivamente caro de producir y 3) viola las leyes de la física.
Podemos decir entonces que Cameron ha perfeccionado el Mc Guffin de Hitchcock. El uranio todavía existía, no era perfecto y no violaba ninguna ley física. Cameron sostiene toda la diégesis sobre el, para decir simbólicamente que el verdadero sentido de su película, como todas, no está en la historia, la trama, sino en ese otro lugar que llamamos "fuera de campo" y que aquí logra su perfección al ser algo tan bigger than life que llega a violar las leyes de la física. (¿Entonces el sustrato simbólico de un film, está en la Metafísica? Ajá...)
13 de enero de 2010
Leo hoy en el diario que Evo Morales ha quedado encantado con Avatar. En la tercera vez que asiste a un cine en 50 años, Morales al salir definió a la película como: "una profunda muestra de la resistencia frente al capitalismo y la lucha por la defensa de la naturaleza". También quedó fascinado con esta "batalla contra el sistema que quiere acabar con la Madre Tierra".
El cable señala también que “El mandatario, logró, junto a otros países, que la ONU declare el 22 de abril como "Día Internacional de la Madre Tierra" y propone la creación de un "tribunal de justicia de los derechos de la madre tierra" para sancionar la destrucción del medio ambiente”.
Es un privilegio ser contemporáneo de un artista que sabe tocar el nervio de una época, percibir como un sismógrafo las fuerzas tectónicas que están en juego. El artista sigue siendo el chamán de la tribu. ¿Cuáles serán los dolores de este hombre al que le es dado una claridad semejante?
Más sobre el Unobtainium.
La voluntad titánica en una nueva expresión. Así como el Titanic es la joya más perfecta de la industria pesada (desarrollada como consecuencia de la liberación de la energía contenida en los minerales enclavados en la tierra, Titanes encerrados desde tiempos inmemoriales bajo tierra), el unobtainian es un mineral único y valiosísimo.
Nótese que de esta potencia se alimentan las raíces del Árbol-Casa. Tienen así una potencia más que física, siendo así como una suerte de mineral capaz de liberar energía espiritual. (Para todo este subtema cf. la obra entera de Ernst Jünger)
También al igual que en Titanic, una piedra de valor incalculable (Heart of the Ocean), a la que el “malo” de turno siempre pone en precio de mercado, es el símbolo del sentido espiritual de la Obra. Aquella que opera desde el fuera de campo.
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